Cómo diseñar un jardín para relajarte y desconectar

En medio del estrés cotidiano, tener un rincón verde donde puedas respirar profundo, escuchar los sonidos de la naturaleza y simplemente estar, es un verdadero regalo. Un jardín diseñado para la relajación no necesita ser grande ni complicado: lo importante es crear un ambiente que invite a la calma, el descanso y el bienestar. En este artículo, te explico cómo diseñar tu propio jardín de desconexión.

1. ¿Qué es un jardín de relajación?

Es un espacio pensado específicamente para reducir el estrés, estimular los sentidos de forma suave y fomentar momentos de pausa. Puede ser parte de tu jardín actual, un rincón del patio, balcón o incluso una terraza pequeña.

2. Elementos clave para un jardín relajante

🌿 Vegetación equilibrada

  • Usa plantas de diferentes alturas y texturas
  • Prefiere tonos verdes, blancos, lilas o azules (colores calmantes)
  • Evita plantas de mantenimiento excesivo

🌺 Flores aromáticas y suaves

  • Lavanda, jazmín, gardenia, romero
  • Estimulan el olfato sin agobiar

🌊 Agua como elemento

  • Fuente pequeña, estanque o cuenco con agua
  • El sonido suave del agua ayuda a calmar la mente

🧘‍♀️ Espacio para sentarse o recostarse

  • Bancos de madera, hamacas, colchonetas
  • Ubicados en zonas sombreadas o protegidas

🎶 Sonido natural

  • Plantas que crujen al viento (gramíneas)
  • Campanillas de viento o bambús

🌳 Protección visual y acústica

  • Usa setos, trepadoras o biombos naturales
  • Crea un entorno semi cerrado que dé intimidad

3. Distribución del espacio

  • Crea senderos curvos para dar sensación de fluidez
  • Deja espacio libre en el centro o en zonas clave
  • Coloca elementos decorativos como piedras, velas o figuras discretas
  • Evita la saturación: menos es más en este tipo de diseño

4. Iluminación suave

  • Usa luz cálida y baja intensidad
  • Focos ocultos, guirnaldas, velas solares
  • La luz tenue favorece la relajación nocturna

5. Materiales recomendados

  • Madera natural (sin tratar químicamente)
  • Piedra, grava fina, arcilla
  • Textiles suaves (cojines, mantas)
  • Cerámica artesanal o vidrio esmerilado

Evita plásticos brillantes o colores muy intensos.

6. Actividades que puedes hacer en tu jardín relajante

  • Meditación o mindfulness
  • Lectura o escritura
  • Escuchar música suave
  • Descalzarte y sentir el suelo
  • Cuidar las plantas como terapia

Este espacio se convierte en tu refugio personal.

Tu propio oasis de calma

Diseñar un jardín para relajarte no es solo una cuestión estética, es un acto de autocuidado. Crear un rincón donde puedas desconectar del ruido, el estrés y las pantallas es más necesario que nunca. A través de la naturaleza, recuperas el silencio, la atención plena y el equilibrio.

¡Haz de tu jardín un lugar para respirar… y volver a ti!

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